Hace tiempo que le resbalan las
lágrimas, esas que nadie ve, las que te tragas en los momentos arduos, las que
enjuagar no puedes, las que no puedes gritarlas, ni acariciarlas, ni
saborearlas.
Sólo los dueños lo saben,
escondiendo, enmascarándolo, desatando fuego eterno, mientras, la niña calla,
espera lo inesperado, busca lo perdido...
Las tinieblas le encubrieron el
alma. Oye voces, gritos y tal vez algún requiebro; ¿de dónde vienen? que de tan
engalanadas no se perciben.
La vida sigue y sigue sin darse cuenta,
y un día y otro. ¡A quién le importa su sufrimiento!
Fueron sus palabras, que
lentamente entraron por los poros de su piel, o acaso fue el manantial
que yacía vacío y hoy, alborotado, recorre su cuerpo...fue un atisbo de esperanza.
Dejarla así... no la despiertes,
que ría dormida y llore despierta. ¡Dejarla así que viva el momento!
Oigo los gritos sin sonido
los lamentos perdidos
los sentimientos ahogados.
Vivo atrapando susurros
absorbiendo emociones
de sueños perdidos.
Sigue teniendo un lapiz siempre a mano,
ResponderEliminarexpresa negro sobre blanco tus sensaciones
mantén vivo el pensamiento sano
ocupa tu tiempo escribiendo tus emociones...
Felicidades!
Pedro Milla