Desdeño las romanzas de los tenores huecos

y el coro de los grillos que cantan a la luna.

A distinguir me paro las voces de los ecos,

y escucho solamente, entre las voces, una.

(Antonio Machado)

domingo, 28 de abril de 2013

Lento

Ni los labios rozan con tanta sensualidad
como lo hacen los tuyos junto a los míos.
Mi piel se derrite y electrifica,
se enciende de una pasión ávida de infinitas caricias;
me estremezco como una gota de agua
en el seco desierto.

Y tú me sigues preguntando
¡qué es lo que siento...!

El tic, tic de un amanecer en la primavera de mis sueños;
algo que ignoraba
y ahora ni morir quiero
con sólo pensar
lo cerca que he estado de haber pasado de largo
respirando el mismo aire.

¡No, no lo sabía...!

Hoy me revuelvo entre mis sábanas,
bebiendo de una sed con sabor a miel y a flor
y al calor de tu cuerpo
ahogo mis suspiros,
escondidos,
dónde sólo tú tenías la llave
para hacerme sentir
tu piel desnuda
junto a la mía.

¡...Amor, dolor, deseo, placer!,
llámalo como quieras.

Yo le pregunto a mi corazón
y él me responde con un
silencio,
encendido a fuego lento...

¡Muy lento!

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