Hace tiempo
que el tiempo no me espera,
hace mucho
que me equivoqué en ese tiempo
y las vidas
del presente
son el tiempo que no comprenden mi
impaciencia.
Siempre a
dos pasos por detrás,
en la sombra
que observa
soñando los
sueños,
de los que nunca sueñan.
Y saber
sabiendo, lo que otros esperan,
se pudre el
alma sin caricias de seda.
Amado sea el
tiempo,
que reposa
sin dueño
el que se
para en la mente y nunca regresa,
el que ven
nuestros ojos,
el que se
pierde en la locura
de los que
nunca piensan.
Y ahora en
el tiempo de otros,
regresa mi
tiempo
con
instrucciones ajenas,
siendo
siempre el mismo tiempo,
en un
presente que vuela.
Así veo el
tiempo ajeno
comiendo de
mi tiempo pasado.
Así veo mi
propio tiempo,
en la
necedad de mentes muertas.
Hermoso poema, cargado de sentimiento
ResponderEliminarExpandirse y salir, es la única forma de olvidar lo que nos aflige sin dañar a los que hace tiempo nos fallaron sin saber haber visto lo que nos atormenta.
ResponderEliminarBesico Mercedes