En un espejo cuadrado
me he mirado la cara
entre rendijas de vaho
mi tez queda olvidada.
En un paño empapado
me he limpiado las lágrimas
entre paredes de esparto
mi encanto derrama escarcha.
En un lugar olvidado
me sangra mi piel azulada
entre rosas de jardín
mi espina queda clavada.
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