Desdeño las romanzas de los tenores huecos

y el coro de los grillos que cantan a la luna.

A distinguir me paro las voces de los ecos,

y escucho solamente, entre las voces, una.

(Antonio Machado)

martes, 21 de enero de 2014

Poeta

Confías y sigues confiando, pensando que aún lo puedo hacer mejor. Esta vez los poetas también se enamoran de otros poetas, de ellos se aprenden, de ellos sacas valor, con ellos te emocionas y, sobre todo, piensas, el “por qué”. Ese “por qué”, no está ahí por casualidad, viaja con nosotros y nos ofrece posibilidades.
No seas tan duro, mi esfuerzo es dueño de mí, sin enganches que me recuerden sabor a ti; sabiendo que tus manos siguen presas, sabiendo que nunca un "te quiero" saldrá de tu boca, porque todavía la tienes sellada. No soy tan idiota, sólo me dejo llevar y el amor no entiende de protocolos, ni de esperas; sin embargo todo eso pertenece a nuestros sentimientos. Luego está nuestro envoltorio, el que deja huella, el que un día te levantas y te ves otra mancha en la piel y otro achaque a destiempo, ¡ay! de ése sí que te estás emborrachando, sólo para olvidar un vino que se avinagró sin saberlo, sólo para sentirte en paz con tu corazón. Y en cada sorbo de mi aliento te llevas sin querer muchas noches de lloros eternos.
Será mañana o será pasado, ¡no! no me hables de nada y calla. No pienses nada, pero pon en orden tu intelecto, pregunta al guardián de tus anhelos si todo lo que tocas te sabe a cielo o por el contrario, si es que necesitas otra clase de medida, para olvidar otra cara, otro cuerpo.
Seguro que tu inseguridad no la medirás con nadie, y yo... no soy sólo materia para abonar tu terreno, ni la fórmula magistral, cautiva, en una capsula de medicamento.
No habré estado como tú, probando de otras fuentes. Yo te aseguro que sólo me hace falta preguntarle a mi piel, cuando un día de verano se me erizó por el roce de una caricia, por el brillo de unos ojos que me mataban a destellos.
Para ti, ¿qué fue? la sesión de un psicólogo para olvidar malos momentos. Medita en algún lugar, en calma; ya que mi corazón no tiene cerrojos viejos, que estén oxidados por el tiempo.
No me uses como bálsamo para tus heridas, no me uses como un remo suelto para llegar a la orilla y luego irte, dejándome al son de las olas. Porque otros barcos seguro que verán mi luz y me echarán un cabo suelto.
Ya no quiero morir, ¡que espere el cementerio! ya no quiero consuelo de nadie, porque nadie me querrá jamás como yo me quiero por dentro.

2 comentarios:

  1. El amor es así, no correspondido la mayoria de las veces, y a cierta edad es dificil encontrar a alguien sin heridas o marcas que olvidar .... el alcohol a veces mitiga pero todos tenemos esperanza de encontrar a alguien de verdad te haga centrarte en el futuro y no amarrarte en el pasado
    besioco Mercedes

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    1. Que no sea nunca el alcohol el medicamento para olvidar otras vidas. Te aseguro que existe el alma gemela y el amor verdadero. Pero no lo busques, espera que venga a ti, y solo cuando te haga sentir latir tu corazón, suelta cazos y cucharas, vuela hacía él, y no dejes que te arrastre el viento.

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